Unos investigadores especializados en neurociencia, de la Academia Médica en Singapur, gestionada conjuntamente por la Universidad Duke y la Universidad Nacional de Singapur, han mostrado por primera vez qué les sucede a las percepciones visuales de personas sanas pero que no han dormido cuando debieran y que luchan por permanecer despiertas, como por ejemplo quienes tratan de conducir un vehículo durante la noche en vez de detenerse a dormir.
Los científicos encontraron que incluso después de la privación del sueño, los voluntarios estudiados tenían períodos de funcionamiento cerebral casi normal, durante los cuales podían llevar a cabo tareas de forma rápida. Sin embargo, esta normalidad se entremezclaba con períodos de respuesta lenta y descensos severos de la capacidad de procesamiento visual y la atención.
Curiosamente, el equipo constató que un cerebro privado de sueño puede procesar normalmente señales visuales simples. Pero las áreas visuales superiores (las responsables de dar sentido a lo que vemos) no funcionaban bien.
El equipo de investigación, que incluyó a colegas de la Universidad de Michigan y la Universidad de Pensilvania, usó imaginología por resonancia magnética para medir el flujo sanguíneo en el cerebro durante las respuestas rápidas normales y las anormalmente lentas.
Se pidió a los sujetos del estudio identificar letras que aparecían delante de ellos. Veían una hache o una ese grandes, y cada una estaba hecha de haches o eses pequeñas. A veces la letra grande coincidía con las más pequeñas; a veces no lo hacía. Los científicos pidieron a los voluntarios que identificaran las letras más pequeñas o las más grandes presionando uno de dos botones.
Durante las respuestas anormalmente lentas, los voluntarios privados de sueño experimentaban disminuciones notables en la actividad de su corteza visual superior. Al mismo tiempo, como se esperaba, sus regiones "de control" frontal y parietal resultaban menos hábiles para hacer sus correcciones usuales.
Los científicos también podían ver fallos breves en las regiones de control durante los errores en que raramente incurrían los voluntarios después del sueño de una noche normal. Sin embargo, los fallos en el procesamiento visual eran específicos sólo para los errores que se producían durante la suspensión del sueño.
Los científicos especulan con que estas fluctuaciones en el proceso cognitivo durante la privación del sueño muestran los efectos de tratar de permanecer despierto mientras el cerebro está apagando sistemas para ponerse a dormir. El cerebro se vuelve menos sensible a los estímulos sensoriales mientras duerme.
Este estudio tiene implicaciones para numerosos colectivos de personas que deben luchar contra el sueño para poder cumplir con su trabajo nocturno, desde camioneros hasta médicos de guardia en servicios de urgencias. Los períodos de funcionamiento aparentemente normal podrían dar una falsa seguridad de estar con la mente despejada, cuando, de hecho, el bajo rendimiento del cerebro puede tener consecuencias funestas en situaciones de riesgo.
Fuente:
http://www.neuromente.com/index.php?option=com_content&view=article&id=86:dormir-poco-perjudica-la-capacidad-de-identificar-lo-que-vemos&catid=35:neurologia&Itemid=55